Amados hijos les habla
Oncara y esta vez vengo en disposición de contarles una historia que los va a
ayudar a comprender el porqué suceden las cosas que no les agradan y los
resultados que se dan al aceptar las vicisitudes de la vida.
Era una familia muy acomodada
que vivía en una gran mansión. La familia estaba compuesta por los abuelos
maternos, los padres y cuatro hijos, tres chicas y un chico que era el primogénito.
Este chico al ser el primogénito y según la educación que le habían inculcado
se creía superior a sus hermanas, pero su superioridad solo era mero ego,
porque él carecía de la conciencia que poseían las chicas. Un buen día bañándose
en el rio se sintió agotado y no podía alcanzar la orilla, sintió que la vida
se le escapaba y grito con todas sus fuerzas, al cabo de unos instantes
aparecieron sus hermanas, el solo pedía socorro, ayuda, braceando sin avanzar ni
un centímetro del lugar donde se hallaba, las hermanas por su parte cogieron
largas lianas y tejieron una trenza, fuerte para que pudiese con el peso del
chico, le hicieron un nudo corredizo y se la lanzaron cerca de donde se
encontraba el chico, este haciendo un gran esfuerzo logro atraparla y gritaba
para que ellas tirasen de él, ellas desde la orilla le hacían gestos de que se
atara a la cintura la cuerda, pues para eso tenía el nudo corredizo, pero él en
su desespero no podía poner sus ideas en orden, fue cuando la más pequeña de
las hermanas se tiro al agua y nado hacia él, cuando llego a su lado con toda
la calma del mundo lo asió por un brazo para intentar calmarlo, pero él
pataleaba y gritaba, la joven cogió el lazo y se lo coloco a su hermano
correctamente en la cintura e hizo gesto a las hermanas para que tirasen de él
hacia la orilla, poco a poco pudieron acercarlo a la orilla y se encontró exhausto
pero a salvo. Las hermanas lo abrazaron y dieron aliento arropándolo con un
chal, pues estaba ensido de frio. Mientras nadie se percato de que la hermana
pequeña no regresaba, pues uno de sus pies quedo atrapado en la maraña de ramas
que había en el fondo del rio, pero ella no gritaba solo intentaba por todos
los medios deshacerse del enredo que la mantenía en peligro, sin perder la
calma, entrando y saliendo del agua consiguió soltarse y nadando suavemente
llego a la orilla donde se encontraban sus hermanos, estos al verla se dieron
cuenta del tiempo que había pasado en el agua sola y la abrazaron envolviéndola
en otro chal para que el frio no hiciese mella en su salud, fue entonces cuando
el hermano compendio que su altivez y despotismo no había hecho mella en el
amor que su hermana sentía por él y que estuvo dispuesta a dar su vida para
salvar la suya y recapacito repasando todo lo sucedido y se vio como un
verdadero cobarde siendo un chico fuerte y como su delicada hermana supo sin
miedo ni cobardía urdir el plan para salvarlo a él y salvarse ella misma. Desde
entonces el muchacho cambio su actitud hacia los demás, comenzó a entender que
la fuerza y el coraje no está en demostrarlo con soberbia y desprecio hacia los
demás, que el verdadero líder no se lo llama a sí mismo, sino que lo demuestra
en pequeñas o grandes acciones que merecen el reconocimiento de los más, hay
esta el premio a su liderazgo. El muchacho desde entonces quiso aprender de los
demás, se hizo un hombre de provecho, generoso y compasivo, compartiendo sus
riquezas con quienes no tenían nada y ahí comenzó también su liderazgo ya que
se convirtió en el mecenas de much@s chic@s que no tenían posibilidad de
aprender y comprender la bella filosofía de la vida
Amados hij@s como madre
amorosa que solo desea su bien les he contado esta historia, pues a veces
much@s de ustedes cometen el mismo error que el muchacho y no son capaces de reaccionar
y darse cuenta de quienes son en realidad, están a tiempo de hacer acto de contrición
y verse a ustedes mismo y a su interior y decidir si desean ser lideres o
cobardes egocéntricos, solo ustedes pueden escoger y decidir la opción que van
a desarrollar a lo largo de sus vidas como seres encarnados en cuerpos humanos.
Ahora les dejo con todo el
amor que siento por cada un@ de ustedes y les digo sean humildes y valerosos,
la recompensa será tan gratificante, porque serán ustedes mism@s l@s que se
otorgaran el rango de SER. Hasta siempre
queden con mi amor incondicional.
Escrito y canalizado desde la multidimensionalidad de Inés.
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